lunes, 24 de enero de 2011

Entrada 2

Esta noche se extiende por todos los rincones, nada está a salvo. Lo peor de todo es que tengo una botella de Mezcal al costado y no puedo, no debo beberla. Lo peor de todo es escuchar al tiempo como un pálpito en las ventanas de la habitación, su presencia áspera que se siente al filo de la lengua. Ya agoté todas las fotos, los correos, esas complicidades ridículas con el pasado que siempre, siempre, siempre me joden.

Ando buscando qué carajos hacer y sigo tropezando con cosas que no puedo (no debo) hacer. La eterna botella de Mezcal, cigarrillos, Jack Daniel’s, más cigarrillos. Algo me detiene, quizás el maldito olor a lunes que brota de mi almanaque. O la sensación cada vez más creciente de algo que ya no late dentro de mí. Mundo Loco, diría la Queca. Sí, mejor me refugio en los libros.

Cambio y fuera.

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