martes, 25 de enero de 2011

A propósito de Žižek

Jornada laboral prolongada... amo los lunes. Yeah right. Lo único que amo de los lunes es que es uno de esos pocos días donde soy un espectador consciente de todos los estragos (y la consecuente estupidez) que provocan en mí los encantos de una mujer bella. La llamare Alaska, tengo mis motivos.

Alaska es simple, casi nunca se hace problemas por las cosas que va dejando tras de sí, con esa torpeza propia de sus ancestros. Siempre me mira y me sonríe o me hace alguna cara, una mueca que termina en la punta de su boca o de sus manos que dibujan con un lápiz las horas, los días, las mesas. Me jode ese juego, esa complicidad construida con naipes, los intentos de seducción sin codificar que me va dando por cucharitas. Todo es una farsa. Ella sabe que no puede, que no debe. Yo también lo sé pero los lunes me olvido de todo. También los viernes. En fin, unas veces accedo y otras no. Nadie gana ni pierde pero es una mierda regresar a casa en bus a leer el mismo libro de hace 3 meses. Maldito objeto del deseo. God damn you, Žižek!

No hay comentarios.: